Epatado por las gafas que lució Urdangarín en su declaración, no
puedo evitar pensar en el famoso juicio del caso Noos y la presencia de
Cris de Borbón en el mismo. Con su rostro pétreo, en todos los sentidos,
espera su turno para sufrir un implacable interrogatorio que será la
comidilla la próxima semana, cuando la veamos responder a las preguntas
de jueces, abogados de la acusación, abogados defensores y fiscales
cortesanos, escudándose en una completa ignorancia acerca de todo lo que
pasaba allí en Noos. Ella firmaba lo que le decían y punto, ya fuese un
contrato de arrendamiento como arrendadora y arrendataria a la vez o un
pacto con Ciudadanos. Le ponían un papel delante y echaba un autógrafo.
Si hay que pasar por lela, pues se pasa, que siempre puede decir que
comparte genes con su hermana Elena.
A mi que se haga la lerda me
sugiere algunas hipótesis. La primera, que es mentira cochina y sabía
perfectamente lo que hacía cuando firmaba papeles por duplicado, por lo
que es completamente responsable. La segunda es que de verdad sea
limitadita y entonces hay que deducir que su licenciatura en Ciencias
Políticas (!) en la Complutense (!!!) se la regalaron por enchufe
(!!!!!). Eso la encuadraría a la perfección en lo que ha venido a
llamarse “la generación más preparada de la historia”. O la más
enchufada, pero de familiares, novias y exnovias a sueldazo y bien
colocados por los del “Cambio” hablaré otro día, que hoy no toca. Y
sobre lo de regalar títulos en España, podéis indagar por ahí como es
posible que Teodoro Obiang, el delincuente que gobierna Guinea
Ecuatorial, tenga el título de Derecho por la UNED. El mamoneo de
algunas universidades españolas daría para un libro de auténtica
vergüenza ajena.
A mi modo de ver, en realidad son ciertas las dos. Cristina no es muy lista pero sabía perfectamente lo que firmaba.
A veces la sonrisa del destino pasa, que diría aquel, y no somos
capaces de aprovecharla. Si hay un momento en que el debate
Monarquía-República es procedente, es este. Con una Royal Famili
corrompida hasta el tuétano, con un rey que tuvo que dimitir (en su
profesión se llama abdicar) acosado por los escándalos de diversa índole
y por malévolos escalones jacobinos de Botswana, y un hijo que está
igual de preparao que su hermana.
En este juicio comienza a
quedar claro que la Royal Jaus estaba al tanto de las actividades que
Urdangarín y compañía (incluida la parienta) hacían en el Instituto
Noos, como se aprovechaban de ser familia del rey para conseguir
negocietes, implicándose con gente de indudable honradez como Jaume
Matas. Había supervisión real, y, esto es cosa mía, quien sabe si
también había mordida. Un 3%, por seguir con la tradición. Buscad por
ahí enlaces donde calculan la fortuna de Juan Carlos I y a partir de ahí
podéis sospechar lo que queráis, desde meter la mano en el erario
público a recibir petrodólares de príncipes saudís, a los que profesa
gran amistad.
Ya nadie se acuerda de que “salvó” la democracia el 23-F. Probe.
PD. No puedo pasar de largo sin mencionar el cada vez más lamentable
papel que está jugando el fiscal defensor (debería ser un oxímoron, pero
esto es España) Pedro Horrach. Su ansia por salvar las reales posaderas
de Cristina de Borbón le asegurará un espacio en esta historia como un
perfecto cantamañanas que está haciendo el mayor de los ridículos. Que
le cunda.
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