viernes, 11 de diciembre de 2015

Marcelo, mi amigo invisible

Que un niño tenga un amigo invisible es anecdótico y, según oí en la radio un día, algo que no es preocupante. Que el amigo invisible lo tenga una persona adulta ya puede requerir de alguna clase de estudio psiquiátrico porque puede ser pelín esquizofrénico. Pero si el amigo invisible lo tiene todo un Ministro de Interior, es decir, el jefe de la Policía y la Guardia Civil, la cosa se torna siniestra, o de algo que no tomaríamos en serio de tratarse de algún tipo de representación satírica. 

El amigo en cuestión responde al nombre de Marcelo y, al parecer, en la perturbada mente de Jorge Fernández Díaz, toma la forma de ángel celestial. Entre sus poderes se haya la capacidad de proporcionarle aparcamiento al jefe del Monasterio de Interior. Supongo que tendrá otras habilidades, pero las desconozco. Según palabras del beneficiario de los servicios del divino enviado, también le ayuda en las grandes cosas, imagino que en la elaboración de la Ley Mordaza.

Este asunto no es para tomárselo a chirigota. Deja a las claras el gobierno que hemos padecido, una mezcla de incompetentes y corruptos que dejaría en paraíso democrático buena parte de las repúblicas bananeras de la historia. En el caso del Ministro de Interior, tenemos el de un integrista religioso, que dice haber descubierto a Dios en Las Vegas después de un pasote de LSD. Toda una revelación.

En qué manos estamos.



PD: En la foto, el Ministro cuando conoció a Dios en Las Vegas.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Una memez pepera

Hoy una breve

Lo he estado pasando realmente bien con el fabuloso e inigualable “Comparador de Programas” que pueden encontrar en algún rincón de la página del PP. De una objetividad sin mácula, todos (PERO TODOS) los puntos programáticos del PP tienen una calificación de “100% viable”, aderezado con un emoticono sonriente y feliz como el que más. Los demás programas de semianalfabetos como mucho llegan al “Probable” (con una especie de Bartolo dibujado), pero lo habitual es “Poco convincente” o directamente “Perjudical” (¡!). O sea, como el tabaco.

Pero no puedo evitar adjuntar una imagen en la que “analizan” los programas de los partidos para el tema del “Terrorismo”. Además del lógico “100% Viable” del programa del PP, resalto en la imagen que IU-UP propone verificar si España, por algún casual, vende armas a países como Arabia Saudí, que luego colabora descaradamente con ISIS. Calificación pepera para investigar a los petropríncipes saudís que financian a ISIS: “Perjudical”. Como el tabaco.

viernes, 16 de octubre de 2015

Fotos no

Fotos no, por favor, fotos no, que puede haber alguna alma crítica que piense que nuestro discurso supuestamente rompedor no es más que teatro del malo. Fotos no, que puede haber quien ate cabos y acabe por darse cuenta que La Sexta y Público no nos daban tanto espacio por que éramos los más mejores.

Fotos no, que hemos visto que en las encuestas estamos de capa caída por que otro partido prefabricado con otro líder de laboratorio y otro discurso de probeta nos está comiendo la merienda. Fotos no, que hemos venido a pedirle al padre del invento que nos hormone otra vez que el dopaje previo empieza a fallar.

Fotos no, que si volvemos a salir en La Sexta hasta en la sopa habrá quién sospeche. Fotos no, que si se cepillan a los dos o tres de Público que no pasan por el aro tal vez alguno piense que hay relación causa-efecto. 

Fotos no, que ya he tenido bastante cuando me desollé las manos a aplaudir al papa cuando vino a predicar, o cuando le llevé un presente al rey. Fotos no, que cuando me ponga arrogante hablando de mí mismo alguien puede creer que no saldría tanto en la televisión si no fuera por... éstas fotos en el palacete de Roures, edificado sobre el espinazo de pobres trabajadores.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Un régimen que nació matando, murió matando

Al alba de un 27 de Septiembre de 1975 el régimen de un agonizante dictador cometió cinco crímenes. Fusilando, como manda la tradición militar. Cinco antifascistas, llamados José Humberto Baena, Ramón García Sanz, José Luis Sánchez Bravo, Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui fueron vilmente asesinados, después de un proceso irregular y manipulado, por un régimen que tenía los días contados, pero no podía evitar sus impulsos criminales, los impulsos con los que había nacido.
El 18 de Julio de 1936 un grupo de militares fascistas se rebelaron contra la legalidad republicana. Se veía que aquello de la democracia no les iba, les gustaba más que España quedase convertida en una dictadura militar con la Iglesia como referente principal. Aquella República, que representó el gran intento de modernidad de un país aquejado de un retraso continuo respecto a sus vecinos europeos, se enfrentó a muchos problemas, a las llamadas “fuerzas vivas” que conspiraban para acabar con ella y recuperar sus sucios privilegios. Gracias a los militarotes, tendrían la oportunidad de volver a mandar.

Aquel intento de golpe de estado llevó al país a una sangrienta guerra, prólogo de lo que sería la Segunda Guerra Mundial. Combatieron por la República luchadores por la libertad procedentes de todo el mundo, mientras que con los que se autodenominaron “Nacionales” peleaban fascistas italianos y nazis alemanes. La primera factura que pasó Franco para hacerse con el poder fue gravosa: cientos de miles de muertos, cientos de miles de exiliados, un país arrasado y condenado a la oscuridad y el atraso. El caudillo se hacía con el poder manchado de sangre. No sería la última vez.

Los años de la posguerra fueron especialmente oscuros. Las muertes de presos, “paseados” y arrojados a las cunetas, fueron tónica general. El presidio era habitual para cualquiera que hubiese luchado por la libertad y la democracia. Aún hoy quedan miles de personas desparecidas, sin el derecho a ser rehabilitadas por una ley de Memoria Histórica de la cual los herederos del Franquismo se cachondean porque incumplirla no tiene consecuencias.

Ya entrados en los setenta, cuando el dictador empezaba a estar senil y olía a cadáver, no podía evitar sin embargo sus impulsos asesinos. Los cinco fusilados hace hoy 40 años produjeron oleadas de protestas dentro y fuera del país. El régimen, que trataba de labrarse una imagen internacional benévola, se defendió como de costumbre: manifestación en la Plaza de Oriente y un dictador moribundo volviendo a sus obsesiones y sus contubernios judeo-masónicos comunistas. Una imagen patética, digna de ser la última aparición de un criminal que, dos meses después, moría tranquilamente en su cama.

sábado, 8 de agosto de 2015

Clávate tú las banderillas

Por lo general, en los países civilizados, se considera el maltrato animal como síntoma de psicopatía. En España, si un individuo corta las dos orejas de un toro, es sacado a hombros de un recinto parecido a un anfiteatro romano, entre la algarabía generalizada de los asistentes a un espectáculo atroz de tortura salvaje.

Empiezan hoy en mi ciudad los festejos taurinos, con una cosa llamada “novillada con picadores”. Que me aspen si algún día quiero saber sobre qué versa eso. Ya para la semana que viene dejan las demás matanzas de toros. Por alguna razón que se me escapa, además, en los carteles que invaden las lunas de casi todos los bares de la ciudad, viene Gijón en grande y Xixón más pequeño. 

Las críticas a los espectáculos taurinos pueden ser muy variadas, y casi todas ellas serían por sí mismas una justificación suficiente para disolver un espectáculo extemporáneo e innecesario. Desde un óptica puramente animalista, podríamos hacer una sucinta descripción, evitando caer en lo más gráfico, de la tortura a la que es sometido el animal. Desde las banderillas que se clavan hasta el picador que le hace un boquete, pasando por espadas fallidas que crean más dolor. Del tipo ese que entrevistaron en una revista taurina diciendo que el toro no sufría prefiero no hacer comentarios porque igual acabo equiparándolo a Mengele. Su nivel profesional ya quedó perfectamente retratado.

Solo lo anterior ya debería ser más que suficiente, pero si buscamos un argumento más pragmático, puedo dejar caer que muchos festejos de este estilo son completamente deficitarios. De hecho, en muchas de las ciudades donde ha habido cambio de gobierno y ha entrado la izquierda, han empezado por retirar las ayudas públicas que gozaban estos festejos, lo que los ha convertido de golpe en económicamente inviables. Es curioso que muchos de los defensores de los toros son partidarios de recortar en coberturas sociales, pero se ponen como hidras si el recorte es en toros para comprar material escolar, como han hecho algunos ayuntamientos.

Hay más, desde el carácter filomachista que destila buena parte del ambiente taurino hasta la emisión de estas barbaridades en horario infantil por parte de algunas cadenas de televisión autonómicas. Un espectáculo que sería proscrito en cualquier rincón civilizado del planeta es aquí exhibido en televisiones, que además colaborarán en la viabilidad de unos festejos pagando derechos de retransmisión, otra manera de ayudar a un espectáculo que, si no, sería ruinoso del todo. Esto es doblemente censurable si la televisión es pública, ya que sería una segunda vía para hacer llegar fondos públicos a esta ruina, y que harían mucha más falta en otras mil cosas, como por ejemplo desarrollar una política cultural que no dé vergüenza ajena. 

Y hablo de política cultural porque por alguna razón que se me escapa, hay quien considera este espectáculo como “cultura”. Deseando no caer en elitismos, creo que para que algo sea considerado cultura debe tener, como mínimo, alguna aportación positiva a la sociedad. Por mucho que me esfuerce, en la tortura de toros no veo nada que se aproxime a ello.

Suele ser habitual citar a Gandhi cuando se habla de maltrato animal: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera en que se trata a sus animales”. Dado que aquí la “Fiesta Nacional” se basa en la tortura salvaje de animales, queda claro que de grandeza y progreso moral andamos muy escasos

lunes, 25 de mayo de 2015

Depresión postelectoral...

He visto como muchos medios que patrocinan a Podemos han puesto un gran empeño en insistirnos en que la gran triunfadora de la jornada ha sido Podemos, sobre todo atribuyéndoles a ellos en exclusiva los vuelcos en ciudades como Madrid o Barcelona. No tengo ganas de discutir que el resultado de Podemos en dónde se puede medir, las autonómicas, es muy bueno, con un total del 14%. Porcentaje por debajo, eso sí, del de Andalucía hace unos meses, que fue el 15%. Además el mejor resultado lo ha obtenido el opositor interno del Mesías, Echenique, en Aragón, con un 20%. También ese resultado suele estar por debajo de las candidaturas municipales. No sé si la cúpula de la Complutense se habrá dado cuenta, quizá sea verdad aquello de que los dioses ciegan a quienes quieren perder.

Leo medios y veo telediarios y no parecen incidir en ello. Crean al impresión de que ha arrasado Podemos, aunque parece que Pableras va a tener que envainársela y tomar el cielo por consenso. El consenso de las candidaturas municipales, como en Barcelona, lugar en el que no se atrevió a cuestionar a Ada Colau y Barcelona en Comú, donde por cierto, que parece que nadie se ha enterado, el número dos es Gerardo Pisarello… de Esquerra Unida. O el consenso de los parlamentos autonómicos, donde Podemos deberá jugar un desagradable papel de bisagra, donde se las verá con pactar con unos o dejar gobernar a otros. Mi opinión es que es la mayor pesadilla de Pablo Iglesias. Triunfadores hoy, en unas semanas comienzan el verdadero juego de la política, ese en el que te van a dar a frayar tomes la decisión que tomes.

Recuerdo de mi infancia una frase que decía, más o menos, “solo no puedes, con amigos sí”. Supongo que eso serviría para confluir. Pero confluir es algo más complicado de lo deseable. No vale, por ejemplo, empezar enrocándose a las primeras de cambio, exigiendo condiciones a sabiendas inasumibles por las otras partes para luego acusar a los demás de no querer confluir. Porque una cosa es confluir y otra disolverse, estilo Izquierda Anticapitalista en Podemos. Supongo que seguirán diciendo que no entendemos nada, pero con el paso del tiempo, serán los suyos los que dejen de entender también muchas cosas. Sobre todo si pasan cosas difíciles de explicar.

sábado, 23 de mayo de 2015

Imbéciles sobre Oriente Medio

Escuchaba, hace unos días, a Bernardino León en Radio 5 hablar sobre la situación terrible que vive Oriente Medio actualmente. Al parecer este individuo ostenta alguna representación de la ONU o de la UE sobre los temas que allí suceden. Menudo nivelón, porque en las pocas frases que escuché demostró una ignorancia que solo puede ser calificada de intencionada.

Daba a entender éste ínclito personaje, poco menos, que todo ese berenjenal del Estado Islámico había surgido como por generación espontánea, como surgen las setas en el bosque. Parecía sufrir un terrible episodio amnésico olvidando la de veces que desde occidente nos hemos dedicado a dar patadas en el avispero, en Iraq, en Afganistán, en Siria, en Libia… tantos ejemplos que sería demasiado fatigoso mencionarlos todos. Ahora las furiosas avispas se han puesto a picar y en vez de echarle la culpa a los irresponsables de las patadas, nos quieren hacer creer que la culpa es de las avispas.

En Siria, Occidente se dedicó a armar a los rebeldes, erigidos en supuestos luchadores por la libertad. No era difícil encontrar indicios por internet de que lo que había allí metido era en general muy cercano al yihadismo más fundamentalista. Como no me creo que yo sea más listo que los servicios secretos de todo el mundo desarrollado, tiendo a sospechar que lo hicieron a posta. Ahora resulta que esos antiguos libertarios han montado un estado llamado islámico donde cometen las mayores atrocidades. Occidente hace como si fueran nuevos, como si hubiesen caído del cielo. No es la primera vez que sucede. En Afganistán, durante los ochenta, había que echar a los comunistas malvados, y hasta mandaron a Rambo III a luchar con los libertarios de allí. Resultó que los libertarios eran los talibanes. Sí, esos mismos a los que luego invadieron en 2001 después de aquel jaleo de las torres gemelas.

Más o menos a las mismas horas, ponían en la mencionada emisora unas declaraciones de Obama diciendo que estaban ganando la guerra contra el Estado Islámico. Curiosa manera de ganar una guerra, con los soldados que apoya saliendo por piernas en cuanto oyen que se acercan los de ISIS y perdiendo enclaves estratégicos como Ramadi o Palmira. También Hitler decía que estaban ganando la guerra cuando los soviéticos estaban a tiro de cañón del Reichstag, el caso es que tienes un problema si te crees tu propia propaganda.

sábado, 18 de abril de 2015

Rodrigo Rato, de los Rato Figaredo de toda la vida

La detención y puesta en libertad express de Rodrigo Rato ha acaparado las portadas de todos los diarios en este país y, dada la relevancia del personaje, ha ocupado importantes espacios en los medios internacionales. Es lógico su impacto, el tipo no era un cualquiera. Fue Vicepresidente del Gobierno con Aznar, Ministro de Economía, Gerente del Fondo Monetario Internacional (dicho sea de paso, el destino de los dirigentes de este organismo es muy descriptivo) y uno de los tipos que hundió Bankia. Fue un hombre poderoso y así tan alto llegó como dura es su caída y el ruido que hace al estrellarse.

Con la afición que tienen en los medios para tirar de las hemerotecas, no voy a emplear mucho tiempo en describir la cantidad de hipocresía que destilaba este sujeto. Es, simplemente, un ejemplo más de la derecha nacional-católica, esa de predicar una cosa y hacer la contraria, que tanto abunda en el PP. Nada nuevo bajo el sol. Sí que voy a decir una cosa, y es que se le considera generalmente el mejor Ministro de Economía de la historia española. Tal vez lo sea, viendo la pandilla de luminarias que hemos sufrido, pero creo que tiene gran responsabilidad en la creación de la burbuja inmobiliaria que nos reventó en la cara en 2008, cuando la crisis mundial comenzaba a golpear rudamente. No olvidéis darle las gracias aún hoy en 2015.

Para justificar sus capitales en Suiza (otra característica que también es muy nacional-católica, aunque lo cierto es que es bastante transversal), tiró de la consabida excusa de la herencia. En su caso puede ser hasta cierto, porque los Rato-Figaredo, a los que conocemos en Asturias, tienen una larga y contrastada trayectoria de explotación desalmada y desfalco masivo. Hay cosas que van en los genes. Si no lo creen, busquen en Google cual fue el destino del Banco de Siero y pásmense, si quieren, al ver que el protagonista de aquello fue el padre del sujeto en cuestión. Y si encuentran una sucinta biografía de Ramón Rato (no la de la Wikipedia, que es bastante blandita), léanla con detenimiento, merece la pena para ver como lo del PP también es herencia, pero del Franquismo.

Da que pensar la clase de mundo en el que vivimos. Defraudar a Hacienda para esta clase de gente es tan fácil como ir a la sucursal más cercana, o incluso cómodamente sentado frente al ordenador. Un clic, una transferencia o pasando el fin de semana en Zurich y ya has evadido capitales. En este mundo los capitales circulan con más libertad que las personas. Piénsenlo cuando salgan noticias de la cantidad de pasta que tienen esos delincuentes en diversos paraísos fiscales y acto seguido nos digan que han muerto no sé cuántos inmigrantes por que se hundió la cáscara de nuez en la que iban. Está claro que hace falta darle la vuelta a este mundo, donde las fronteras solo existen para los seres humanos pero son completamente permeables al dinero negro.

Parece ser que aún quedan otros 704 individuos que tienen responsabilidad política y se han acogido a la amnistía fiscal. Un apunte sobre esto último: cuando los defraudadores y delincuentes blanquean dinero negro, suele pagarse alguna “comisión”. En este caso, ha sido el Estado Español con Montoro a la cabeza quien ha ejercido de blanqueador de dinero por una comisión módica, inferior en muchos casos al 10%. No solo evasores fiscales sino narcotraficantes y vendedores de armas han podido blanquear su dinero con total impunidad, e incluso con Montoro dándoles las gracias. ¡Así da gusto!

Volviendo a los 704 que faltan, parece que hay mondongo como para que todos los partidos estén temblando. 704 nombres relevantes que tenían sus herencias en Suiza o cualquier otro país con muy ventajosas condiciones fiscales. Dicen que todo el show que se montó con Rato es una cortina de humo para ver si se nos olvidan que hay 704 sujetos más, que dedicándose a la política, consiguieron heredar de sus familias un montón de pasta. Si salen los nombres, hago una apuesta: 703 dirán que sí, que es una herencia de su padre, que en vida no tenía ni donde caerse muerto. Al tiempo.

viernes, 17 de abril de 2015

Tratado-trampa

Con lo poco que se sabe del TTIP, su acrónimo inglés, o Tratado Transatlántico de Inversión y Comercio, habrá quien diga: ¿y tú por qué te opones, si no se sabe casi nada? Deberíamos tener una cosa muy clara desde el principio: en cuanto se negocia con los Estados Unidos, se pierde algo. Decía el profesor Alejandro Andreassi, en la charla del jueves pasado, que Estados Unidos es el país más proteccionista del mundo, pero busca hacernos a los demás liberales y antiarancelarios a más no poder. Solo buscan su propio beneficio, y eso suele pasar por pérdidas para los demás. Sobre todo para los trabajadores. Sí, como tú y yo.

El TTIP apesta a los versículos neoliberales de la biblia económica de los más carroñeros economistas. Los mismos que dicen que cualquier derecho laboral es negativo para el crecimiento económico y para el desarrollo del país. Esos derechos que buscan la dignidad y el bienestar de los curritos, son obstáculos para sus negocios, que enmascaran con toda la cara del mundo tras el desarrollo “del país”, o más bien del capitalismo más voraz. El capitalismo siempre está devorando por que el día que pase hambre porque digamos que hasta aquí hemos llegado, nosotros comeremos y eso no puede ser. 

Hay que destacar que la negociación se lleva con el mayor de los secretismos. Las cláusulas que se negocian son absolutamente opacas, y los pobres tipos como nosotros, que vamos a sufrir sus consecuencias, no sabemos casi nada de lo que allí se negocia. Si lo guardan todo tan en secreto, no es difícil deducir que no les interesa que lo sepamos. Por algo será.
Mi oposición al tratado no va solo por la opacidad y por lo que se está filtrando acerca del tema, que es bastante preocupante. Me preocupa, sobre todo, que sea una cosa tan sucia que, además de hurtarnos los términos de la negociación, nos birlen también el derecho a decidir sobre ello. Cuando se trata de una decisión sobre nuestros destinos, no me vale que se negocie en compartimentos estancos y luego se apruebe en un parlamento domesticado. Háganlo público y pídannos opinión. 

Hace años que sé que la Unión Europea no es precisamente democrática. Se hacen elecciones, para mantener las apariencias, y se elige un parlamento que es poco más que un teatro, donde se representan diversas funciones y las traducen en resoluciones y directivas. La mayor parte de las directivas y resoluciones que se aprueban son ignoradas por casi todos los Estados Miembros, si son a favor de la mayoría de los ciudadanos. Lo que pasa en el Europarlamento, a pesar de la gravedad de muchas de sus decisiones, es clandestino. Por eso se confirma la impresión de que es un cementerio de elefantes, donde los grandes partidos depositan lo que les sobra para que vivan como dios, o escenario del lucimiento de tronistas con coleta que se empalman al ver al rey. Hay otros diputados que tratan de dignificar su trabajo, como es el caso de los llamados de la Izquierda Europea, pero da la sensación de que son trabajadoras hormigas en un templo dominado por multitud de cigarras. O de elefantes muertos, como González Pons.

Sin embargo, hay leyes que son aprobadas en el Europarlamento que cuando benefician a las élites, y por tanto perjudican al trabajador, suelen ser fielmente aplicadas por los estados vasallos a Alemania, como por ejemplo España. No es un sitio para que lo ignoremos. Esto lo decía hace un año, cuando se avecinaban las elecciones al parlamento europeo y todo el mundo estaba pendiente de todo menos de eso. Ahora nos encontramos con la negociación de un tratado servil a los Estados Unidos, y al paso que vamos, o protestamos con muy alta voz o nos lo vamos a comer con patatas.

sábado, 11 de abril de 2015

Cosas que pasaron en Abril

El 12 de Abril de 1931 se celebraron elecciones municipales en España. El recuento final indica que fue una victoria de los monárquicos, pero conviene poner las cosas en su contexto, para evitar que la manipulación de los revisionistas dé frutos: los partidarios de la monarquía ganaron gracias al voto dirigido y manipulado por los caciques en las zonas rurales, un hecho comprobable, heredado de la época de la Restauración y la alternancia de Cánovas y Sagasta. En las grandes ciudades, donde los caciques tenían poca o ninguna influencia y la conciencia política era mayor, la victoria de la causa republicana fue tan incontestable que los hechos se desencadenaron.

A lo largo del día 13 hubo nerviosismo en los centros de poder conservadores, la monarquía, la iglesia y el ejército, acerca de las medidas a tomar. Había quien sugería imponer el uso de la fuerza, como manda la tradición militar española cuando el pueblo habla claro. Finalmente, el 14 de Abril el rey Alfonso XIII hacía las maletas y la II República Española era un hecho.

Fueron años duros, en los que la incipiente democracia hubo de enfrentarse a los problemas congénitos que suele padecer España. Conspiraciones militares, curas soltando soflamas desde los púlpitos y el miedo de amplios sectores conservadores ante el avance en derechos que la República traía consigo. Finalmente, un triste 18 de Julio de 1936, un grupo de militarotes intentaba un sucio golpe de estado, que al fracasar inició una devastadora guerra de tres años que acarreó cientos de miles de muertos y una represión salvaje. Al finalizar, el sueño democrático quedaba ahogado en la sangre derramada por lo peor de este país, cortando de cuajo su inclusión entre los países modernos y condenándonos a cuarenta años de oscuridad, dolor y muerte.

A día de hoy el movimiento republicano sigue vivo y en forma, a pesar de algunos que no dejan de poner palos en las ruedas. Seguimos luchando por una verdadera democracia, que entre otras cosas no incluye a tipos que son jefes de estado por heredar el puesto de su papá o de Franco. La monarquía pasa por tiempos difíciles, con un rey que tiene que abdicar asediado por la corrupción y su propia apariencia de muerto viviente. Su hijo no es más que una nueva cara, otra más de tantas que inundan el panorama político español para proponer un recambio y abortar el cambio.

Hace más o menos un año, con el resultado de las elecciones europeas en la mano, los hubo que vislumbramos, ilusos, la posibilidad de que en las elecciones municipales de Mayo de 2015 pudiera obrarse una repetición de la jugada del 31. Parecía que los Cánovas y Sagasta de turno (PP y PSOE), estaban casi acabados. Incluso Juan Carlos abdicaba a la desesperada. Y entonces llegó el jarro de agua fría. Alguna fuerza de ultracentro del tablero, que proclama el Cambio así con mayúscula, no definía su posición. Al ser interrogados sobre la disyuntiva “Monarquía-República” respondían cobardemente, escudándose en “lo que diga la gente”. Sí, muy bien, pero habrá que contribuir a explicar a “la gente” que la democracia de verdad, tan manida hoy, pasa inevitablemente por una República, donde el jefe de estado lo sea por elección popular y no por herencia genital. Muchos de sus militantes estarán en las manifestaciones republicanas, pero no cuento a sus principales dirigentes entre los republicanos. Tampoco cuento a otros dirigentes que enarbolan la bandera republicana el 14 de Abril pero el 15 apoyan a la monarquía por “garante de la estabilidad”. De la estabilidad de chupar del bote, imagino.

domingo, 5 de abril de 2015

El Gobierno no te quiere oír






Aquí pongo el titular del periódico que me ha parecido más acertado.
Hace unos días se aprobó en España la Ley Mordaza. No parece que haya habido ningún cataclismo mundial, ni tampoco da la impresión de que hayamos sufrido una merma importante en nuestras libertades. Sin embargo, la ley impulsada por el piadoso Ministro de Interior es tal vez uno de los mayores atentados ejercidos contra la libertad de expresión y derechos como el de manifestación cometido en mucho tiempo.

En España, con este tema siempre hemos caminado en la cuerda floja. Nos gusta mucho proclamarnos como una democracia plena, aunque luego nos quedamos escasos en según qué temas. Recuerdo, por ejemplo, el secuestro judicial de un número de “El Jueves” por sacar a los entonces príncipes, y hoy reyes, follando en portada. Tamaño ataque contra la libertad de expresión no solo nos retrotrajo a tiempos que nos prometen que han pasado, sino que además vino acompañado de un estruendoso aplauso de aprobación por parte de algunos medios que, después, sacaron en portada que “Je suis Charlie Hebdo” sin ponerse colorados. La defensa de la libertad de expresión es una broma cuando se hace selectivamente.

Para abundar en este tema, el 27 de marzo conocimos la destitución de Jesús Cintora como conductor de “Las Mañanas de Cuatro”. No es un tipo que me pareciera un gran periodista, ni su programa, lleno de gritos y jaleo, tampoco me parecía gran cosa. Sin embargo, el evidente manejo en las entretelas de un gobierno podrido a más no poder, para hacer desaparecer a un presentador que desde Moncloa juzgaban incómodo nos pone en una tesitura que difícilmente podremos calificar de democrática. Voy a hacer una pregunta retórica: ¿Se imaginan que esto sucediera en Venezuela? Hace falta mucha imaginación, porque a pesar de las barbaridades que nos venden los medios mercenarios del capital, eso solo pasa en países difícilmente calificables como democracias. Por ejemplo, en España.

El propio gobierno, en sus formas, da pocos ejemplos de transparencia democrática. Para que el presidente dé una rueda de prensa fuera de la pantalla de plasma, tiene que ocurrir una especie de alineación planetaria. Las pocas veces que tamaño milagro sucede, se puede observar a un político incómodo ante la preguntas, siempre buscando salirse por la tangente o directamente rechazando determinadas cuestiones.

Con estas hechuras, poco debe extrañarnos que promulguen una ley digna de un estado fascista para reducir cualquier tipo de respuesta en las calles. Las exageradas multas que ahora se pueden imponer por el más nimio motivo son terroríficas. Ocupar una sucursal bancaria para enfrentarse a los abusos hipotecarios tiene premio de multa de hasta 600 euros, lo mismo que consumir bebidas alcohólicas en la calle. Aunque en esto último el Ayuntamiento de Gijón les lleva ventaja con su ordenanza antibotellón.

Fuera de las pedreas, tenemos otras cosas muchísimo más graves. Por ejemplo, grabar a las Fuerzas de Seguridad del Estado agrediendo a manifestantes indefensos puede ir acompañado de una multa de hasta ¡30000 euros! No solo puedes ser apaleado impunemente, si además se te ocurre grabarlo como medio de denunciar el abuso, te puede caer una multa que poco menos te arruinará la vida. Impedir un desahucio tiene un premio parecido, lo mismo que fumarse un porro. Cualquiera diría que la ley de vagos y maleantes ha sido reeditada, corregida y aumentada.

Pero como en todos los sorteos, hay premios gordos. Manifestarse en infraestructuras públicas, un gravísimo delito donde los haya, acarrea un tortazo de hasta ¡600000 euros! No lo han leído mal ni me he pasado de ceros. Seiscientos mil euros, escrito en letra. Cien millones de las antiguas pesetas. Prefiero que me metan en la cárcel a que me casquen semejante multa.

Buena parte de estas represivas medidas van dirigidas también contra un medio que el gobierno trata de controlar: Internet. Quién sabe, cuando el 1 de Julio esta ley entre en vigor, este texto puede ser constitutivo de delito simplemente por publicarlo en Internet y denunciar semejante atropello contra las libertades. Dado lo difuso de algunas de las medidas, la interpretación puede ser demasiado amplia.

Hoy somos menos libres que hace un par de semanas, y como digo, no parece que haya habido un cataclismo. Habría un cataclismo si esto sucediera en Venezuela, pero como pasa en España todo queda tranquilo y en paz. Y en silencio.

lunes, 23 de marzo de 2015

Elecciones 2015 parte 1

La resaca de las elecciones andaluzas aún dura hoy en los medios, y a mí me apetece hacer un análisis, otro más, como tantos abundan, lo menos prolijo que pueda. Lo primero es que me parece un error decir que los andaluces se han equivocado o de acusarles de defender a ladrones y corruptos. Ya sé que el cabreo es el que es y te lo pide el cuerpo, pero tratar al electorado como gilipollas porque no ha votado en masa a tu partido es posiblemente una de las claves de la perpetuidad del PSOE en el poder en Andalucía. El exabrupto de Gorriarán, de una UPyD condenada a muerte, es buena muestra de ese aire de superioridad madrileño con el que muchos políticos tratan a los andaluces.
Claro que treinta y tres años en el poder, y lo que queda, da para tejer redes clientelares y conseguir una identificación casi plena entre partido y región. Los mecanismos del PSOE en Andalucía funcionan como relojería de precisión cuando llegan las elecciones. No es fácil derribarles solo soplando o bajando desde Madrid de vez en cuando.

Entre los damnificados, el principal es el PP. Un desastre de proporciones bíblicas es el que han tenido que soportar en el día de ayer. No saben si echarle la culpa a su desconocido y gris candidato o a la crisis o a Rajoy. Todo tendrá algo que ver. Sobre todo porque le está empezando a crecer el Podemos de la derecha, que les está robando votos mediante el sencillo método de esperar a que les caigan solos mientras lucen careto en todos los programas de televisión, en los que, cosas de la vida, ahora su líder sale tanto como antes lo hacía Pablo Iglesias.

Herida de gravedad queda IU, a pesar de su fenomenal campaña y de tener, de largo, el mejor candidato. Se reparten las culpas entre los mal gestionados años de gobierno con el PSOE y los votos que le caen al Ciudadanos de la izquierda (o lo que sean). No obstante, se resiste el embate con dignidad y principios. Ahora conviene hacer autocrítica, pero tampoco apretemos demasiado el cilicio ni nos sacudamos más de quince latigazos. Los pactos siempre nos perjudican, dado que vivimos en la dicotomía de escoger entre lo malo y lo peor. Lo malo es pactar con el PSOE, lo peor es no pactar y que gobierne el PP. Algunos que renuncian a sus principios por un puñado de votos quizá tengan que sufrir en sus carnes, a no tardar, muchas situaciones parecidas.

Un globo parece desinflarse un poco, y es el de Podemos, que definiré como de ultracentro del tablero. Las encuestas les daban entre 19 y 22 escaños y ellos mismos ponían el listón altísimo diciendo que, al igual que en las Europeas, las encuestas se iban a quedar cortas. Supongo que el aumento de la participación (leve, pero hay que mencionarlo), les hizo afianzarse en la creencia. Y claro, llega el recuento y te quedas con 15 y sensación agridulce. Siguieron en su estilo, con una campaña de permanente indefinición y una candidata que hablando me producía frío, me sorprendió su escaso carisma y sus más que dudosas cualidades dialécticas. Pero yo sé dónde está la clave: despistaron a los suyos no poniendo la cara de Pablo Iglesias en la papeleta y más de uno acabó votando a Ciudadanos, a quien me venden como los grandes triunfadores de la jornada. Con la campaña que les han hecho los medios tanto a unos como a otros, no deberían ufanarse tanto.

Cabe destacar que al principio del escrutinio, no me extrañó que Podemos no llegase al 15% de los sufragios, ya que primero se cuentan los votos de los pueblos pequeños y ahí el PSOE tiene gran fuerza. Supuse que subirían a medida que fuesen entrando datos de las grandes ciudades. Sorprendentemente, el tiempo pasaba y seguían sin llegar al 15% de los votos, de hecho se quedaron clavados por debajo de esa cantidad durante todo el recuento. Esto sin duda dará que pensar a los estudiosos de la Complutense.

Para finalizar, creo que pocas extrapolaciones pueden hacerse de cara a la tormenta de comicios que aún queda éste año. Desde luego a nivel nacional el PSOE difícilmente sacará un porcentaje de votos tan elevado, y los “nuevos actores” tienen sitios donde van a navegar con el viento mucho más favor.

Añado un comentario de pasada, acerca del supuesto desplome del bipartidismo. Alguien decía ayer que el bipartidismo perdía 17 diputados, todos ellos, por cierto, solo los perdía uno de los dos. Me parece que acabar con el bipartidismo no va a ser tan sencillo como alguno creyó a base de encuestas. Dados los niveles de corrupción que luce el PSOE en Andalucía, cabe pensar que situaciones semejantes puedan repetirse en Madrid o Valencia, donde el PP tiene parecidos niveles de corrupción pero también presenta lavados de cara.

domingo, 8 de marzo de 2015

Ocho cosas de la entrevista de Javier Gallego a Pablemos

La entrevista de Javier Gallego a Pablo Iglesias deja varias cosas claras.

La primera es que es muy fácil ser una estrella mediática cuando te ponen delante a Inda o a Marhuenda, pero que cuando se trata de hablar de principios sólidos o de responder a preguntas directas no da la talla. Ni de lejos.

La segunda es el enorme y disparatado ego del personaje. En el pasado me referí varias veces a él como un mesías, y quizá en algún momento exagerase, pero el problema es que empieza a creérselo. Le hace falta alguien que le recuerde que es mortal.

Tercera, sigue con una alarmante ausencia de argumentario. Más allá de las consignas vacías, ya cansinas de tanto repetirlas, no se atreve a más. La indefinición calculada seguramente dé votos, pero resta credibilidad, al menos desde mi punto de vista, que tiene un defecto: tengo ideología y principios, y estoy orgulloso de ello.

Cuarta, ya fiede el tema de los profetas de su fracaso. No recuerdo a nadie que anunciase un fracaso en su marcha del 31 de enero. Nadie en sus cabales haría semejante predicción, sabiendo la enorme cobertura mediática con la que cuenta. No deja de ser una exhibición de victimismo, en el que abundaré más tarde. Por otro lado, si contraponemos la cobertura mediática de dicha movilización (¿pidiendo qué?, cabría preguntar) a la de otras movilizaciones a mi juicio verdaderamente importantes, quizá nos sorprendamos por la sobreexposición de una manifestación vacía de ideología y la ocultación de las otras, de mayor calado. Al raciocinio de cada uno dejo buscar las razones.

Quinta: Javier Gallego, al principio, hace una observación muy acertada, que es la disminución de las movilizaciones de verdad tras la irrupción de Podemos. Quizá a nadie le haya llamado la atención este tema, puede que una casualidad, pero en todo caso, su respuesta, como en tantas otras cosas, no está a la altura. 

Sexto: el victimismo da para el regate en corto y otorga réditos abundantes a corto plazo. A largo resulta de nuevo cansino que para defenderse de cualquier crítica, incluso de las razonadas y bienintencionadas, se escude en hacerse la víctima. Eso ya lo hace la tan repetida “casta” y no tiene nada de nuevo. Incluso huele a rancio.

Séptimo, relacionado con lo anterior: cuestionado sobre el tema de Monedero, sus respuestas no están, de nuevo, a la altura de lo que predica. Decir que es ejemplo de algo es un insulto. No lo es de nada. Independientemente de dónde venga el dinero ni por qué, hacer triquiñuelas fiscales para pagar menos impuestos contradice completamente los principios que proclama. No son los principios que proclama los que me convencen de votar o no a alguien, sino los hechos. Y los hechos distan mucho de sus grandilocuentes proclamas. Por supuesto, al final el Mesías acaba por enfadarse por las preguntas, cuando el problema, como suele suceder, radica en las respuestas. En las que no tiene, y de ahí el enfado. Por eso en el minuto cuarenta, Javier Gallego debe recordarle que ahí están como entrevistado y entrevistador, porque encima le echaba en cara que eran amigos. Muy lamentable. Debió creer que jugaba en casa, en La Sexta, con las gradas llenas de hinchas enfervorecidos aplaudiendo cualquier cosa.

Octavo: Le preguntan sobre Venezuela y su limitado repertorio ya da pena. Dada su exposición mediática, debería ayudar a contrarrestar los ataques infames del capital al gobierno venezolano, elegido democráticamente. Pero claro, eso puede restar votos y entonces los principios se diluyen.

Para finalizar, aunque no lo cuente en esta entrevista, creo que ya va siendo hora de que se olvide de esa historia de la señora mayor con la que se cruza por la calle y le cuenta que votaba al PP y pero que ahora va a votarle a él. Esa señora imaginaria en las próximas elecciones va a votar a Albert Rivera. Un facha de cuidado, dicho sea de paso.