En serio, tened piedad. Por favor, otra
vez no. Ya es bastante molesto que tiremos un año directamente a la
basura porque más que negociaciones lo que hubo fue un show
televisado, pero es que encima todo indica que se tendrán que
repetir las elecciones. Entre todos están esforzándose porque la
derecha gane ampliamente y ya no haya vuelta de hoja. Pero lo peor ya
no es eso, lo peor es que quieren poner a prueba la precaria salud
mental del país con otra campaña electoral. Qué pereza.
Dado que la campaña electoral es a día
de hoy lo que digan las televisiones, volveremos a tener de nuevo
debates a dos, a cuatro, a ochenta, además de los debates sobre los
debates. Volveremos de nuevo a ver las televisiones manipulando
descaradamente, apoyando sin ningún rubor a sus candidatos. Veremos
de nuevo a Antena 3 cargando tintas contra Podemos, lo que en el
fondo es para ellos más votos, mientras apoyan a su ojito derecho
Albert Rivera. Veremos a Ferreras proclamar que es periodista
mientras hace mamadas en formato entrevista a cualquier podemita que
ande cerca, para luego mostrarse especialmente duro con todos lo
demás.
En todo caso, todo indica que estamos
metidos en algo que podríamos denominar pre-precampaña electoral.
Los ritmos electorales se han establecido de tal manera que, en
condiciones normales, desde un año antes de las elecciones los
partidos comienzan a pensar en clave electoral. Los partidos de
gobierno se dedican a inaugurar obras aunque estén a medio hacer, o,
en todo caso, a sembrar la geografía española de primeras piedras
de obras que luego, a lo mejor, ni llegan a hacerse. Vale todo, una
autopista inútil, el mayor túnel de lavado del mundo o un
aeropuerto que tardó años en recibir un avión. La cosa era tan exagerada que incluso se ha
tenido que regular la precampaña electoral, para evitar el uso y el
abuso de esto.
Estas elecciones no son en condiciones
normales, sobre todo porque es la repetición de las elecciones de
hace unos meses, que, al parecer, dieron un resultado sin encaje
posible entre tanto ego y tacticismo de corto recorrido. Así que, no
contentos con habernos propinado un 2015 repleto de elecciones con
sus correspondientes campañas, vuelven a la carga. Si no querías
sopa, taza y media.
Volveremos a ver a los candidatos
acudir a los más variopintos programas televisivos a hacer el indio.
Lo mismo vemos a Soraya conducir un coche de rally, a Pedro escalar
una montaña o a Pablo tocar los timbales. Lo triste de todo esto es
que no me lo invento, esto ha sucedido realmente. De nuevo quedará
la triste confirmación de que el programa más visitado por los
políticos españoles no será uno de análisis político o de
entrevistas en profundidad. Será “El hormiguero”. Eso ya habla
por sí solo del nivel político de este país.
Al final de la campaña, llegarán las
elecciones, y ya veo a los votantes acudir a los colegios como idos,
cogiendo una papeleta casi al azar porque han perdido el escaso
juicio que les quedaba por aguantar de nuevo dos meses de proclamas,
performances e imbecilidad supina. Con suerte algún políticos se
desgracia en alguna mierda de programa haciendo el chorras, con lo
cual se convertirá en viral, colmando así sus aspiraciones.
Pero no corráis a culpar a los
políticos. Haced autocrítica. Los políticos no son más que el
reflejo del país en el que viven, es la propia sociedad la que les
da a luz. Es muy fácil decir “qué vergüenza de políticos
tenemos”, pero mirar para otro lado y no reconocer que si los
tenemos es porque los votamos. Si son corruptos no es solo porque
sean más listos, sino porque la sociedad ha sido increíblemente
tolerante con ellos. Recordemos que tanto en Valencia como en
Andalucía, mientras arreciaban los escándalos, sus responsables
ganaban las elecciones de calle hasta hace cuatro días. Luego sí,
nos indignamos y tal, pero les dimos un espaldarazo en su momento.
No sé qué sucederá de aquí al 2 de
Mayo, pero estoy seguro de que habrá pacto. Pactarán, al menos,
tomarse unas cañas y seguir riéndose se nosotros.
*
Impresionante ayer la París-Roubaix,
de momento y con diferencia la mejor carrera en lo que va de año.
Completamente rota a falta de más de 100 kilómetros, hubo una
auténtica exhibición de ciclismo de alta categoría. Y no hizo
falta ni lluvia ni barro, ni final en una cuesta de porcentaje
grotesco estilo Vuelta. Al final ganó un australiano de 38 años,
que sospecho que puso cara de susto al darse cuenta de que tenía que
mear en un bote. A ver si no se empaña dentro de un mes la mejor
edición de la clásica francesa que recuerdo en años.
Respecto a la retransmisión de Teledeporte, de pena, como es habitual. Dieron un trocito, luego anunciaron que iban a poner el balonmano y lo engancharon por internet. Dentro de lo malo, al menos lo dieron, pero es bastante lamentable. A los mandos, Amat Carceler y todo un experto en no ganar nada: Luis Pasamontes.
*
Multan a Telecinco con 196.000€ por
vulnerar el espacio de protección infantil con esa cosa llamada
“Sálvame”. Poca cosa para el volumen de negocio de la empresa y
de mierda que expande ese abyecto espacio.
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