viernes, 1 de abril de 2016

Juguetes rotos de la fama

El post muy bien podría ir a analizar en lo que se han convertido algunos famosillos españoles tras contar con sus cinco minutos de fama. Puro lumpen, sacado de lo más hondo de las alcantarillas, que tras haber servido de meros payasos que hacían el ridículo por un puñado de euros acabaron sumidos en el olvido. Supongo que muchos no los recordaréis, pero hubo una época que la televisión rosa de este país se vio inundada de frikis del peor pelaje, auténticos engendros del demonio cuyas disparatadas vivencias fueron comedero de comentaristas-buitres y llenaban horas de programación de vergüenza ajena y montajes descerebrados.


Me refiero a aquel ganado que, encabezado por sujetos como Paco Porras, Tamara, Leonardo Dantés y algunos imbéciles más, copó horas de emisión que convirtieron en prioridad tener algún tipo de televisión de pago, por cable o por satélite, para poder huir de espectáculos chabacanos en el cual colaboraron por cuatro perras. Poder refugiarse en alguna cadena temática, aunque lo que diesen no fuese la octava maravilla entonces, se convertía en llegar a un oasis tras tanta bazofia infame, tras tanto imbécil vendiendo su dignidad por un plato de lentejas sin cocer.

Desconozco a qué se dedican todos estos personajes hoy en día, pero me consta que algunos se tomaban a sí mismos en serio (parece increíble, pero sí), y que al estamparse con la dura realidad del desprecio de la gente y las burlas de extrema crueldad, cayeron en la depresión y les costó asumir su merecido olvido. Nunca debieron existir como personajes catódicos, muchos impulsados por un impresentable caradura que ahora va de serio, Javier Cárdenas, y patrocinados por otro aún peor que él, ese que hoy va de analista político, Javier Sardá. Su reclusión en el olvido no deja de ser el retorno al lugar de donde nunca debieron salir, pero hoy, los que se aprovecharon de ellos y los convirtieron en objeto de mofa social siguen tan campantes y viviendo muy bien. La banda de cazurros que les acompañó no habrá aprendido la lección y de seguro que volverían a salir en cualquier mierda de programa por cuatro duros.

Pero no, hoy no va de despojos de lo más bajo, ni siquiera de televisión de este país.

Hoy esto va de un actor estadounidense bastante flojito, pero que tenía atractivo para las nenas y tuvo la suerte de protagonizar una serie que era puro disparate, y que en su primera temporada se convirtió en un auténtico fenómeno de masas a pesar de que su querencia por dejar a los protagonistas en medio de situaciones azarosas iba a ser claramente su tumba. Se trata de 'Prison Break', aquella de fugas que a tanta gente le gustó en la primera temporada y les repelió en la segunda.

El más popular, que respondía al poco comercial nombre de Wentworth Miller, hoy anda sumido en la depresión. Sobre todo porque han sacado una foto suya en la cual su apolíneo perfil ha sido sustituido por el de un bodoque, además de descubrir la clave de por qué se rapaba. Como una imagen vale más que mil palabras, les pongo el meme en cuestión:




El actor con nombre de mayordomo británico emitió ante la imagen un lacrimógeno comentario en el cual dice haberse semirretirado, se entiende que voluntariamente, de la actuación, y que sufre fuertes depresiones que en vez de llevarle al alcohol, las drogas, el sexo u otras actividades divertidas, le da por comer y ver 'Top Chef'. Pues vale.

Ojo, me creo lo de la depresión. Es habitual que tras haber gozado de un gran protagonismo, convertirse en increíblemente conocido, ganar mucho dinero y tener a las jovencitas a tus pies, cuando eso se va, el que lo haya gozado no suele asumirlo bien. Seguro que todos tenemos en mente a David Hasselhoff y su pringosa hamburguesa completamente ebrio, por ejemplo, pero hay casos a patadas. En su caso, también le da por las hamburguesas, pero según él no va más allá.

El caso es que creo que tampoco ha asumido la realidad. Me refiero a lo de “semirretirado” que dice en su comunicado emitido en Facebook. No, no estás semirretirado. Estás, como suele suceder en los actores que se convierten en muy populares por un papel televisivo, “encasillado”. Si sales en cualquier serie, el espectador va a decir: “¡mira, el de los tatuajes de 'Prison Break'!”, con lo cual se pierde buena parte de la suspensión de incredulidad. Muchos actores no son capaces de deshacerse de un papel así, y menos los limitados.

También declara abiertamente haber tenido pensamientos suicidas, lo cual encaja con el perfil. No deja de ser cierto, seguramente, pero eso no le ayudará. Nadie quiere un actor con tendencias suicidas. Y comer en exceso, al igual que beber por galones o esnifar por gramos, no deja de ser una pulsión suicida. Finalmente habla de perdón, redención y demás cosas, pero no suena creíble, porque el que se desliza por ese pozo, no sale escribiendo sobre esperanza.

Le deseo lo mejor como ser humano, y espero que sea capaz de buscarse un ocupación ahora que lo de actor no va bien. Pero si un día me encuentro con la noticia de que este muchacho acaba mal, no será más que lo previsible. Juguetes rotos de una máquina de devorar seres humanos llamada televisión, que después se deshace de ellos y pasan a otra cosa, sin remordimientos. Solo son negocios.

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Ingresa en prisión el concejal José Andrés Bódalo, de Jaén en Común, por agredir supuestamente a otro concejal, que era del PSOE. Una acto cuestionable que redunda cada vez más en la desigualdad de la justicia, con guante de terciopelo para según quién, y su cada vez más patente descrédito.

Sin embargo, no puedo evitar ver que de nuevo Podemos ya tiene otro mártir de los suyos, que se une a Zapata y sus twits (infame), Rita Maestre o los titiriteros y su encarcelamiento (peor todavía, aunque lo gracioso es que la denuncia inicial partió del propio Ayuntamiento de Madrid). Curiosamente el SAT no pone tanto entusiasmo en denunciar persecuciones cuando los empurados son más de 260 trabajadores de otros sindicatos. Les suele pasar que se creen el ombligo del mundo y los demás viven permanentemente equivocados y lo que les sucede no es tan grave como lo suyo.

Sin embargo, cualquier atisbo de simpatía que pueda sentir por el sindicalista andaluz injustamente encarcelado sufre en cuanto abre la boca la lideresa podemita de Andalucía, la francamente limitada Teresa Rodríguez. No tiene mejor idea que enloquecer y comparar a esta acémila con Miguel Hernández. Por favor. Por favor.

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Polémica en la Semana Negra de Gijón. Parece ser que no hay ninguna mujer finalista. Se barajan todas las posibles causas: machismo estructural, descuido, patriarcado inconsciente, ninguneo a las mujeres… De la calidad (o su ausencia) en las novelas, no se habla. Por si acaso.

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Nueva entrega de “Carmenadas”, que con el tiempo será la categoría más numerosa del blog. Dice la alcaldesa que el Valle de los Caídos debería llamarse el Valle de la Paz, algo que a Franco no le hubiese disgustado, porque según la mitología francofascista, el Caudillo nos trajo 40 años de tal cosa. Lo de esta señora no sé si es ignorancia o perversidad.

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Redacción de un periódico cualquiera:

-¿Has visto esta foto?

-¡Hostia, qué buena! Directa a portada, a cinco columnas…

-Es en Arabia Saudí.

-Ah.

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El anteriormente despiadado crítico Javier Pérez de Albéniz, cuyo colmillo se ablanda cuando se trata de Podemos, desgrana las sandeces que los analistos dicen sobre su amado Pablo Iglesias. Da pena ver a un crítico de referencia convertido, desde hace meses, en otro más de los que cada vez que habla de Podemos tiene que limpiarse de la boca una sustancia viscosa.

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El PP se presenta en el Pleno de Valencia únicamente con independientes. Los otros, los de carnet del PP, están todos imputados por corruptos. La imagen del “independiente” rodeado del resto del equipo de imputados es otra más para el archivo de los horrores de este país y lo que la gente votó masivamente durante décadas.

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Nacho García Velilla prepara una serie sobre un burdel llamado “Villaviciosa”. La de Odón y la de Asturias tratarán de demandar o de aprovechar el tirón, según les dé.

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