domingo, 10 de abril de 2016

Manifiéstese usted por GH VIP, que otras cosas no merecen la pena

Que este país no tiene remedio es algo que sabemos todos. Me di cuenta hace casi cinco años, cuando una banda de desideologizadores se dedicó a lavar el cerebro, con la correspondiente retransmisión televisiva, a un montón de gente. Decían paridas como “que no nos representan” y “son todos iguales”. El resultado está escrito en la historia, para escarnio de esa gentuza: el PP arrasó en las elecciones municipales y autonómicas de una semana después y en noviembre ganaría por mayoría absoluta y aplastante. Felicidades, agitamanitas.

Muchos siguen vendiendo que el 15-M “lo cambió todo”. A peor, claro, pero eso no lo dicen. Incapaces de reconocer que han metido la pata, venden supuestos éxitos en otros países como éxitos propios. Por ejemplo, la llamada “revolución de las cacerolas” de Islandia, cuyo éxito quedó a la vista con los papeles de Panamá. Ese vuelco democrático alumbró el gobierno de un corrupto, más o menos lo que ha sucedido en España. Todo un éxito, los verdaderos poderes capitalistas están muy tranquilos con el 15-M como lo estuvieron con el Mayo del 68 aquel, cuyo gran éxito fue darle la mayoría a un fascista como De Gaulle. No aprendemos de la historia y así nos va, sobre todo porque tanto un mayo como el otro rechazó vehementemente a los partidos de la izquierda, allanando el camino a la derecha. Lo dijo Marx, tal vez el mayor visionario de la historia, con aquello de que “la historia siempre se repite, primero como tragedia y luego como farsa”. La tragedia fue el Mayo del 68. La farsa, el 15-M.

En todo caso, este país siempre fue muy eficiente para aplastar a la lucha obrera. Para otras cosas da pena, pero para tenernos a todos en el redil, funciona como un mecanismo de relojería. Lo más cerca que estuvimos de tener un estado social y de los trabajadores acabó en un golpe de estado, una guerra y un genocidio. No sabían otra manera de hacerlo que ahogando en sangre a los rojos, pero si hubiesen sabido lo fácil que era, no os quepa duda de que hubiesen creado un “Febrero de 1936” que, diciendo “no nos representan”, hubiera evitado la guerra a base de darle a la derecha fascista el poder. En el fondo, al menos, ellos han evolucionado en sus métodos y se han vuelto más sibilinos.

Yendo a lo que interesa, que es el descenso de este país a las catacumbas, hemos visto este fin de semana movilizaciones. ¿Defendían la sanidad pública? ¿La educación? ¿Era contra los recortes impuestos por la UE? ¿Pedían una reforma constitucional? ¿Un cambio en la ley electoral? ¿Evitar otra guerra criminal en Oriente Medio? No. La gente salió a la calle a causa de Gran Hermano VIP, un auténtico sumidero.

La querella trataba de un enfrentamiento entre los seguidores del orangután de Carlos Lozano y Laura Matamoros, una chica de la que no se conoce más profesión que ser hija de su padre, lo cual sirve de currículum en este país para ganarse la vida. Supongo que el eslabón perdido apellidado Lozano sacará unos euros haciendo tourné por los programas más infectos de Telecinco, hoy todos bajo el nombre de “Sálvame”. A la muchacha le espera paga extra enseñando las tetas en “Interviú”, para disfrute de pajilleros terminales y de curas que se quedaron a medias con el sujetador de Rita Maestre.

Por supuesto, la sangre no llegó al río. Los manifestantes que apoyaban a unos y a otros no se enfrentaron más que amistosamente y, desde luego, la policía no cargó. Que una cosa es una manifestación de clase, pidiendo derechos, con la cual la policía se emplea a fondo, y otra es un montón de ganado apoyando a machistas imbéciles o a mujeres que mercadean con su genética. Es el gran triunfo del sistema. No solo han ganado no apareciendo como los culpables (¿han oído muchas veces eso de que la crisis se debe al capitalismo insaciable?), si no que encima logran que la gente se movilice por gilipolleces. España, rá rá rá.
*
Claudio Ranieri escribe una emocionante carta contanto los secretos de su Leicester. Todo muy emotivo, maravilloso, lacrimógeno... el cuento de la cenicienta futbolística. Que haya salido hace una semana que jugadores de su equipo se dopan cual ciclistas no tiene nada que ver, es casualidad. Que hablamos de fútbol, coñe.
*
Alberto Contador por fin gana algo. Se trata de la Itzulia, que como de costumbre se decidió en la contrarreloj. La carrera, al final, ha sido aburridísima. Tantas etapas con perfil de serrucho para que como siempre se decida todo en la última contrarreloj, todas las etapas han tenido parecido desarrollo, muy emocionante para el que solo ve ciclismo en julio, pero monótona para el que busca algo más de este deporte a parte de exhibiciones de mutantes. Por lo menos, hoy se corre la París-Roubaix, uno de los puntos álgidos de la temporada ciclista, que va más allá del Tour y la Vuelta. Por cierto, Contador, cual prima donna, ahora dice que igual no se retira.
*
Sigue la campaña de la derecha para favorecer a Podemos. Hablan de su financiación y los misterios que hace tiempo que sabíamos, pero se empeñan en vincularlo a Irán y Venezuela, que así fomentan el victimismo congénito de esa gentuza desmovilizadora y desideologizadora. No, señores, los que financian a Podemos no están, como diría aquel, en montañas ni en desiertos lejanos. A día de hoy siguen siendo el único partido que no solo no ha pagado por propaganda electoral en Prime Time, sino que además les pagaban a ellos. Al menos a Pablo Iglesias el Pobre. Atentos a la noticia, que dicen que desde que es diputado no cobra. De lo que se infiere que en plena campaña electoral sí. ¡Olé!

No hay comentarios:

Publicar un comentario