sábado, 1 de noviembre de 2014

El partido de moda y los medios

Al igual que traté de describir sucintamente cuál es la relación del PP con los medios, creo que este blog se quedaría cojo si, a la hora de marcar los campos en los que juega cada uno, no destacase el sorpresivo comportamiento que tienen algunos medios ultracapitalistas con el partido de moda, sí, ese, el que tiene a Pablo Iglesias como líder supremo, el que hace unos meses iba a atacar la base del sistema y a día de hoy poco menos que lo va a reformar un poco para deleite de gatopardistas varios.

Estando el objetivo de este blog muy lejos de hacer amigos, sí que se va a dedicar a decir lo que piensa de verdad el autor. Esto no va a ir de alegatos de un supuesto periodismo de boquilla como hacen los de Telepodemos. Esto  va ir de poner mis pensamientos, dejarlos aquí, y tenerlos a buen recaudo para cuando el Súperpartido decepcione al personal, cosa que sucederá no tardando mucho.

Al igual que hice en la anterior entrada, vayamos por partes.

Por un lado, tenemos una cadena que se proclama de izquierdas. Llena su programación de gente muy aprovechable en general rebotada de la buena época de RTVE. Con maneras combativas, logran engatusar al personal. Sin embargo, a poco que se escarba, surgen las dudas. ¿Cuán realmente de izquierdas es una cadena absorbida por el Grupo Planeta? Dudo mucho que José Manuel Lara, fascista de pedigrí, vaya a dejar que estos se desmarquen por las buenas. La misma descripción sirve tanto para La Sexta como para Cuatro. Al final eres de quien te financia, no de tus principios, y también el Grupo Prisa, fundado por otro fascista de largo recorrido, tiene esqueletos en su armario.

Por otro lado, tenemos a un personaje con ínfulas de Mesías que sufre por su déficit de atención. Dice cosas muy hermosas pero, a poco que uno aplique algo de pensamiento crítico, se da cuenta de que lo que dice no va mucho más allá. Es un envoltorio muy bonito, pero al abrirlo cualquiera se da cuenta de que está vacío. Se batió el cobre en plena telebasura, participando en esas porquerías de tertulias de Interlobotomía, para lograr algo de relevancia y automasajearse el ego. Llegó a creerse sus propias trolas, cuando no era más que un desconocido. Es un hombre con un claro trastorno narcisista, convencido que de verdad él es el principio y el fin de todas las cosas.

Voy a empezar y terminar mi razonamiento con unas preguntas retóricas. ¿A nadie le extraña que dos medios tan acérrimamente ultracapitalistas den pábulo a una fuerza que supuestamente quiere destruir el capitalismo? ¿A nadie le extraña que el redentor surja de las tertulias del peor pelaje? ¿Todo el personal tiene el cerebro conectado a la puta tele o qué coño le pasa a la gente?



No hay comentarios:

Publicar un comentario