El ébola ya está aquí

Desde ayer por la tarde, tenemos la guinda del pastel. Como si no tuviéramos poco con una crisis económica sin precedentes y con estar al borde de una guerra de imprevisibles consecuencias gracias a la errática política exterior de las grandes potencias respecto al islamismo, ahora tenemos un virus cuya tasa de mortalidad es tan elevada que vale más encerrarse en una cueva y no salir. Bueno, sí que hay algo peor: que el gabinete de gestión de la crisis del Ébolalo comande Ana Mato. Si creen en dios, vayan preparando la extremaunción.

Este blog trata sobre la televisión, y respecto a este tema poco puedo decir hoy. Recuerdo, salvando ciertas distancias, la cobertura de la última pandemia, la de la gripe A. En el antiguo blog me tomé aquel tema a cachondeo, diciendo, eso sí, que me parecía el equivalente al rescate financiero para las empresas farmacéuticas. Deslicé también un mensaje, hablando de Pedro y el lobo, y lo que podría pasar el día en que viniera algo gordo de verdad.

Ahora parece que eso gordo de verdad ha llegado. Me gustaría comentar sucintamente algunas ideas que se me pasan por la cabeza.

La primera es que pienso que hubiese resultado más sencillo tratar el ébola allí dónde hacía estragos en vez de andar paseando enfermos por el mundo (quisiera ver yo que hubieran hecho con cooperantes de organizaciones no católicas), con el evidente riesgo de contagio. Parece que como hasta ahora solo mataba a negritos nadie se lo tomó en serio. Hoy llama a la puerta de casa y estamos acojonados. Quizá no sea tarde, aún con todo, para que se implementen las ayudas necesarias para tratar el problema en sus orígenes, que no es solo África como unidad geográfica, sino también lo son las desigualdades y la miseria a la que les hemos condenado a vivir. No se trata de pensar en el ébola como un castigo, pero si esto queda en menos de lo que parece, sería un error de gravísimas consecuencias humanas que lo dejásemos como un simple aviso. La ayuda se necesita en África, no lo olviden. Los hay que ya lo hacen.

También me gustaría destacar que estas repatriaciones de curas enfermos las hemos pagado todos. Hemos pagado todos que nos metan el bicho aquí, algo especialmente sangrante si pensamos que la Iglesia está podrida de pasta. Somos tan mansos que toleramos que con el dinero de todos (en los tiempos del copago) traigan a curas de órdenes multimillonarias sin decir ni pío. No tenemos remedio.

A día de hoy aún puede quedar en un susto y en decenas de horas de televisión rellenadas con el ánimo de crear histeria colectiva. Tal vez no pase nada. Pero recuerden que sí pasa en otros sitios y muy pocos mueven un dedo. Y eso nos hará culpables de nuestro propio desastre.

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Nuevos presidente de RTVE: El tipo, que se llama José Antonio Sánchez, fue jefe de RTVE en la época de Urdaci. También fue jefe de Telemadrid, donde le apodaron "El enterrador". En fin, para qué decir más. Entre los candidatos estaba Ernesto Sáenz de Buruaga, el creador del "Así son las cosas y así se las hemos manipulado contado"